BREVE EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS DEL TRABAJO


Maurice Nicoll
Maurice Nicoll, uno de los principales psicólogos británicos de su tiempo, fue un estudiante de Carl Jung, G. I. Gurdjieff y P. D. Ouspensky. A petición de Ouspensky, dedicó los últimos veinte años de su vida a transmitir las ideas que había recibido de sus maestros. Beryl Pogson, fue su alumna y secretaria durante diecinueve años, entre los papeles de Maurice Nicoll encontró está "Breve Explicación de la Ideas del Trabajo". Las mismas fueron leídas en los años 50 en sus grupos de trabajo, como punto de partida para el esclarecimiento de las ideas. 
Nicoll, de manera simple y sintética, nos informa de una variedad de conceptos del Trabajo, sobre los cuales se debe profundizar si se quiere comprender en qué consiste el proceso de transformación, dando preponderancia a la tarea de auto-observación para el inicio de este proceso, ya que como dijo Gurdjieff: "Mientras un hombre no se separe a sí mismo de sí mismo, no puede alcanzar nada, y nadie podrá ayudarlo." Es mi deseo que sea de utilidad para todo aquél que, con la sana inquietud de su ser, se acerque a este Blog.
Alfredo Marinelli



                 Símbolo del hombre dormido del LIBER MUTUS

- I -

Todos estamos compuestos de dos personas, la persona que suponemos ser, y la que realmente somos. Sólo la práctica de la auto-observación puede mostrarnos esto. No podremos comprender que somos dos personas, a menos que empecemos a entender lo que significa la observación de nosotros mismos. Percibimos un mundo exterior que nos ofrecen nuestros sentidos, pero los sentidos se vuelcan hacia el exterior y dejamos de ver lo que ocurre en nuestro interior, sin embargo tenemos un órgano interno que puede observar a esto que llamamos "uno mismo", por el cual podemos ver nuestros pensamientos, sentimientos  y estados de ánimo. Este es el comienzo de convertirse en una nueva persona.

Nuestra vida depende de eso que llamamos “uno mismo”. Si deseamos tener una vida diferente, en primer lugar, tenemos que darnos cuenta de qué clase de vida tenemos ahora. Todas las formas de sufrimiento se deben a este “uno mismo”. Mientras sigamos siendo este “uno mismo” nuestra vida no se puede alterar, ya que siempre atraeremos las mismas desgracias, desilusiones, y así sucesivamente.

Por lo tanto el trabajo comienza con la visión de lo que uno es, qué tipo de persona uno es. Por ejemplo, si tratamos a las personas sin considerar sus sentimientos y no nos percatamos de esto, siempre estaremos sufriendo, porque querrán mantenerse alejados de nosotros. Al no ver lo que somos, culpamos a los demás. A menos que veamos cómo nos estamos comportando no podremos cambiar. Otras personas pueden darse cuenta de esto y conocer cómo somos, pero nosotros no podremos darnos cuenta de esto hasta que no comencemos a observarnos a nosotros mismos. Al no ver lo que somos, creemos que no somos tratados adecuadamente.

Si observamos lo que estamos pensando y sintiendo, lo que estamos diciendo, cómo nos estamos comportando, después de un tiempo comienza una nueva memoria, una memoria acerca de nosotros mismos. A partir de entonces, comenzamos a darnos cuenta de que no somos lo que suponemos ser. Empezamos a comportarnos de manera diferente, no culpando a los demás, ni sintiendo que algo nos deben. Nos damos cuenta de que siempre hemos sido dos personas y lo que hemos supuesto que somos es imaginario.

Cuando vemos las contradicciones entre nuestro imaginario "nosotros mismos", y lo que realmente somos, empezamos a cambiar, porque nos separamos de la ilusión de lo que creíamos ser. Empezamos a darnos cuenta de que nos hemos apoyado en una base completamente falsa.

Cuando observamos lo que somos en realidad, nos abrimos para recibir ayuda. Esta ayuda puede realmente cambiarnos, pero esta ayuda no nos puede alcanzar mientras estemos conformes con nosotros mismos. El Trabajo dice que existe ayuda para aquellos que comienzan a darse cuenta, en cada acto cotidiano, en todo lo que se dice y se siente, que en realidad no somos aquello que suponemos  ser .

Cuando comenzamos a observarnos a nosotros mismos con sinceridad, toda nuestra vida comienza a cambiar. Esto significa darse cuenta, durante un largo período, de la forma en que hablamos, de nuestra manera de pensar, de las críticas que hacemos, del resentimiento de lo que se nos dice, de la forma en que reaccionamos ante los demás, de las opiniones con las que discutimos, de la manera en que somos halagados, de cómo juzgamos a los demás, de nuestra vanidad, de nuestra crueldad, de nuestros estados de ánimo y de las emociones. A menos que nos separamos de todo esto, seguiremos siendo mecánicos.

Nuestra vida psíquica, nuestra vida interior, está en la oscuridad, hasta que no penetre un rayo de luz, de consciencia, de lo que está pasando en nosotros. Para que esto suceda tenemos que dividirnos en dos, una parte que observa y una parte observada. Cuando el 'Yo Observador' se establece en nosotros, todo lo demás acontecerá. Es pequeño y débil al comienzo, pero es como una ventana que deja entrar la luz, la consciencia, en nosotros mismos.

- II -

La finalidad de la auto-observación es permitir el cambio en nosotros mismos, sin embargo su primer objetivo es hacernos más conscientes para posibilitar este cambio.

En la vida ordinaria sólo vemos lo que está fuera de nosotros sin darnos cuenta de lo que está sucediendo en nuestro interior; nuestra forma de pensar, sentir y hablar, siempre de la misma manera. Sin embargo tenemos un sentido interno que está sin desarrollar pero puede ser desarrollado, comenzando a mostrarnos cómo somos  y por lo tanto lo que puede ser cambiado.

No podremos cambiar a menos que veamos que clase de persona somos. Debemos practicar la auto-observación para aumentar nuestra consciencia, sin un aumento en el nivel de la consciencia nada en nosotros mismos -o en la humanidad-  puede ser cambiado.

El lado práctico de este trabajo se inicia con la auto-observación, y no con el intento de cambiar las circunstancias externas o a otras personas, pero debe ser una auto-observación imparcial, sin ningún tipo de crítica.

Tenemos, naturalmente, un pequeño grado de auto-observación, pero nunca llega más allá de cierto punto cuando comenzamos a criticarnos a nosotros mismos, entonces paramos y empezamos a ponernos en el estado habitual para restaurar la sensación ordinaria de nosotros mismos. Tenemos que ir más allá de este punto y tener la fuerza para soportar lo que observamos con calma. Esto es difícil porque estamos identificados, pegados a nosotros mismos, sólo preocupándonos por no parecer  tontos o ridículos.

Hay que observar, no sólo nuestro comportamiento equivocado, sino también lo que sucede después en nuestro interior. No puede haber ningún cambio en nosotros si somos obstaculizados por la autocrítica. Con el fin de comenzar a observarnos se debe empezar con algo específico, por ejemplo, como hablamos o nos comportamos en determinadas circunstancias. Tenemos que conocer estas cosas en profundidad, de manera objetiva y sin ningún tipo de crítica.  Cuando nos damos cuenta de que las palabras salen de nuestras bocas sin ningún control, comenzamos a darnos cuenta de que no tenemos consciencia, que hay algo que ocurre y que no somos nosotros mismos, algo que no podemos controlar. Tenemos que estudiarnos como si fuéramos otra persona independiente de nosotros mismos.

El Trabajo dice que el hombre es mecánico, ya que reacciona mecánicamente a las circunstancias de la vida. El primer paso para el cambio es darse cuenta gradualmente de que lo que consideramos como uno mismo es una máquina.

No nos vemos a nosotros mismos. Vivimos en un estado de oscuridad interna, y nada puede ser cambiado a menos que dejemos que la luz entre en esta oscuridad. Imaginamos que nos conocemos a nosotros mismos, sin embargo estamos reaccionando mecánicamente a la vida en cada momento. La auto-observación nos muestra esto poco a poco, y al dejar entrar la luz, comenzará el cambio en nosotros por su propia acción, porque esta luz es la consciencia, siempre que sea  una auto-observación imparcial y sin ningún tipo de críticas.

La ilusión de que somos conscientes, y de que somos uno, nos impide cambiar. Creemos que tenemos un 'yo' permanente e inmutable que nunca cambia. En primer lugar debemos observarnos a nosotros mismos sin ninguna crítica.

Cuando empezamos a darnos cuenta de que las cosas que hablamos y nuestro comportamiento tienen lugar en nosotros sin nuestra consciencia, comenzamos a tener una nueva visión de nosotros mismos. Creemos que nos conocemos y que nos recordamos, hasta que la auto-observación nos muestra que no somos lo que imaginamos ser, sino máquinas. Entonces la auto-observación  imparcial, sin crítica, evitará muchas cosas que tienen lugar en nosotros, y nos mostrará que todo aquello que consideramos como nosotros mismos no lo es en absoluto. Es el estado de dormido lo que nos hace seguir comportándonos como lo hacemos.

Este Trabajo comienza con uno mismo, y su objetivo es cambiarse a uno mismo. Nos equivocaremos si creemos que se refiere a asuntos externos. Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de cambio, el cambio de uno mismo o seguir en el mundo de las mentiras. Si cambiamos, hacemos espacio para todo lo demás. Pero no podremos cambiar a menos que nos observemos a nosotros mismos, y estaremos engañados si pensamos que lo que está fuera de nosotros debe ser cambiado.

A través de nuestra actitud hacia los demás, surgen todo tipo de fricciones y no nos percatamos de que somos responsables de la situación. Sin embargo, podemos tomar consciencia de que criticamos, y que es cierto lo que otros dicen de nosotros. Esto significaría que nos hemos observado suficientemente para hacernos más conscientes, esto es lo que altera nuestra situación. La auto-observación es hacernos más conscientes, y éste es el punto de partida de este sistema llamado El Trabajo.

- III -

El cambio significa cambiar lo que somos ahora. Ya no podremos mantener las mismas opiniones o juzgar a los demás de la misma manera. No se trata de añadir algo a lo que uno es, sino cambiar nuestro nivel de ser.

En este trabajo el hombre es considerado como carente de consciencia. El primer incremento de la consciencia que podemos desarrollar, es a través de un verdadero conocimiento de uno mismo por medio de la auto-observación.

Nos imaginamos que somos plenamente conscientes, pero el trabajo nos demostrará que "vivimos en un mundo donde la humanidad duerme, y que nosotros también estamos dormidos". Las cosas en el mundo simplemente ocurren, todo simplemente sucede y siempre será así, a menos que despertemos. Si pudiéramos despertar, un nuevo mundo sería posible. En primer lugar esto requiere el reconocimiento de que estamos dormidos, y luego el abandono de las ilusiones y creencias que tenemos de nosotros mismos. Todas nuestras teorías de mejorar el mundo, mientras estemos todavía dormidos, simplemente intensificarán el sueño de la humanidad.

Hay Cuatro estados de consciencia posibles para el hombre:

1. Dormir con Sueños
2. El denominado Estado de Vigilia
3. Estado de Consciencia de Sí mismo o Auto-consciencia (Verdadero estado de Vigilia)
4. Estado de Consciencia Objetiva

En el primer estado de consciencia estamos dormidos como cuando dormimos en la cama a la noche. En el segundo estado de consciencia caminamos por el mundo, ocupados con nuestros asuntos cotidianos, creyendo que estamos despiertos. El tercer estado de consciencia es el primer estado de despierto, verdaderamente de vigilia, y es en realidad nuestro derecho. El cuarto estado de consciencia es la consciencia de la verdad de las cosas como son.
A menos que alcancemos el tercer estado de consciencia, no podremos recibir ayuda. La ayuda sólo puede llegar a nosotros cuando nos damos cuenta de que estamos dormidos. El hombre dormido no puede obtener ayuda.
LA IDEA DE AYUDA EN EL TRABAJO

Podemos obtener ayuda si trabajamos en nosotros mismos, a través de la auto-recordación podemos elevar el nivel de consciencia a un estado superior. Entonces la ayuda puede llegar hasta nosotros. Cuando uno se da cuenta de que está dormido, uno se da cuenta que puede recibir ayuda.

Hay una parábola del Trabajo que ilustra la situación del hombre en la actualidad. La humanidad está profundamente dormida, y está caminando hacia el borde de un precipicio que no puede ver. Sin embargo, el hombre individualmente puede despertar y darse cuenta que está en el borde de un precipicio, si tan sólo abriera sus ojos a esto, vería que hay una cuerda por encima de su cabeza de la cual puede asirse, pero para alcanzar esta cuerda tiene que saltar. En nuestro nivel ordinario imaginamos que podemos ser ayudados tal como somos, en este estado ninguna ayuda puede llegar a nosotros.

Para que nuestra situación mejore tenemos que cambiarnos a nosotros mismos. La complacencia, la autosatisfacción, la vanidad, la ignorancia, todo esto y muchas otras cosas impiden que la ayuda llegue a nosotros.

La oración fue utilizada originalmente para pedir ayuda, para elevarnos a un nivel más alto de consciencia. La Oración del Padre Nuestro está diseñada para hacer que un hombre se recuerde a sí mismo, para un cambio completo de su ser y que la ayuda pueda entrar en él. La naturaleza de la ayuda es en principio mostrarnos dónde estamos equivocamos. El Trabajo enseña que hay ayuda, pero sólo nos alcanza y hace notar su presencia cuando nos elevamos hacia ella, es decir, cuando nos elevamos hacia al tercer estado de consciencia. Si realmente nos damos cuenta de nuestra situación, trataremos de elevarnos a un nuevo nivel de consciencia.

- IV -

La ayuda existe, pero sólo se puede alcanzar en el tercer nivel de consciencia, llamado el estado de consciencia de sí o auto-consciencia. Este es el primer estado de estar realmente despiertos. Para llegar a ser conscientes debemos comenzar a observarnos a nosotros mismos. Tenemos que observar lo que estamos diciendo, lo que estamos pensando, lo que estamos sintiendo, qué sensaciones tenemos, cuáles son nuestros movimientos.

Tenemos que observarnos a nosotros mismos correctamente, a partir de un determinado punto de partida y en una dirección definida. En primer lugar, saber que no somos uno, sino muchos. Somos un hombre pensante, un hombre emocional, un hombre en movimiento y un hombre instintivo que siente hambre, sed, calor o frío. 

Todos ellos están separados y controlados por lo que el Trabajo denomina como Centros. El Centro Intelectual controla los pensamientos, el Centro Emocional controla las emociones, el Centro Motor controla todos los movimientos del cuerpo y el Centro Instintivo se ocupa de todo el funcionamiento interno del cuerpo, como la digestión de los alimentos, la circulación de la sangre, la respiración y la sensación.

A menudo pensamos una cosa y sentimos otra porque los diferentes centros no trabajan en armonía. Si un hombre se observa sólo en relación con el Centro Intelectual y el Centro Emocional, podrá comprobar que es dos personas y no una.

La mente del Centro Motor funciona de manera diferente de la mente del Centro Intelectual, por ejemplo, la actividad de movimiento de las manos al tocar el piano, en contraste con la actividad intelectual de la mente al pensar y conversar. El funcionamiento del cuerpo está controlado por el Centro Instintivo, se ocupa de todo el trabajo interior de la organización del cuerpo, del cual el Centro Intelectual no sabe nada.

Si queremos conocernos a nosotros mismos de manera correcta para ser más conscientes, primero debemos observar a estas cuatro personas funcionando en nosotros. Tomemos por ejemplo el hecho de levantarnos temprano, y las dificultades involucradas, mostrándonos que no somos una unidad. Esto demuestra cómo el Centro Intelectual no puede por sí mismo controlar a los otros centros. Dos centros deben estar de acuerdo para controlar a un tercero.

La primera etapa en el cambio de nosotros mismo, es darnos cuenta de que no somos una sola persona. Debemos darnos cuenta de que somos cuatro personas diferentes, cuatro personas con mentes diferentes.

Cada centro tiene una cierta cantidad de energía a su disposición para trabajar en un momento determinado. Si esta energía se agota, no puede hacer su trabajo correctamente. No podemos seguir usando un centro por el tiempo que deseemos, porque su energía se agota, sin embargo podemos utilizar otro centro. Todo lo que hacemos requiere de energía: pensar, sentir, moverse, comer, beber. Mecánicamente actuamos desde el centro que almacena más energía y es atraído por algo. Debemos entender que si estamos agotados en un centro es posible usar la energía de otro.

Nuestras vidas están distribuidas en los centros. Cada uno tiene sus intereses diferentes y no son antagónicos, sino complementarios entre sí, y cada uno es necesario para la vida humana. Un hombre equilibrado es aquel en el que todos los centros funcionan de manera normal y equilibrada, teniendo sus propios períodos de actividad.

Podemos hacer que el Centro Intelectual o el Centro de Movimiento actúen por un esfuerzo directo, ya que podemos resolver un problema, concentrarnos en algo, o hacer alguna tarea muscular. Sin embargo no podemos hacer que tengamos una emoción particular, o sentir hambre, frío, calor, etc. En cierta medida podemos resistir una emoción o sensación, pero no podemos dirigir la clase de emoción o sensación que tenemos.

- V -

Todos los hombres tienen un Centro Intelectual, un Centro Emocional y los Centros Instintivo y de Movimiento, pero en cada hombre estos centros se desarrollan de manera muy diferente.

Primer ejemplo: Si tomamos a un hombre que le gusta la actividad y a un hombre que le gusta pensar, un hombre Nº1 y un hombre Nº3 respectivamente. Si tratan de encontrarse, cada uno va a desear hablar de las cosas que surgen de sus centros predominantes. Son semejantes en que ambos tienen los mismos centros, pero la diferencia es que uno ha desarrollado el Centro Motor y el otro el Centro Intelectual.

La humanidad se divide en tres tipos de hombre: el hombre Nº1, el hombre Nº2 y el hombre Nº3. 

El hombre Nº1 se clasifica según si él es:

Nº1  Motor -cuya principal preocupación es con la acción y con el trabajo muscular.
Nº1 Instintivo -cuya principal preocupación es la comodidad física, y que será perezoso e inactivo.

La mayoría de la humanidad está en este nivel ya sea Nº 1 Instintivo o Nº 1 Motor. 

El hombre Nº2 es el hombre emocional que todo lo siente. En un momento está entusiasta y exaltado, en otro momento está deprimido y de mal humor. Está preocupado por sus gustos y disgustos. Su vida oscila entre la esperanza y la desesperación, el entusiasmo y el abatimiento, el amor y el odio, el gusto y la aversión.

El hombre Nº3 es el hombre intelectual. Su centro de gravedad se encuentra en el Centro Intelectual, es un teórico, con una teoría acerca de todo. Sus propios pensamientos y el de otras personas le interesan más que cualquier otra cosa.

Cada uno de estos tres hombres se caracteriza por tener un centro predominante en su funcionamiento. Un hombre educado, sin embargo, no es solamente Nº1, Nº2 o Nº3; los otros centros en cierta medida también trabajan en él.

Primer ejemplo: tomemos un hombre Nº 1 (motor) 2 3. Este hombre es un soldado. Sus emociones le generan mal humor, es sensible o celoso. Está preocupado consigo mismo, y no es bueno en los exámenes.

Segundo ejemplo: tomemos un hombre Nº1 (instintivo) 3 2. Este hombre también es un soldado, aficionado al deporte. Estudia la historia de las guerras y la estrategia, y tal vez temas no militares. Obtiene exámenes con bastante facilidad. Pero sus sentimientos son escasos, no está molesto o malhumorado, sino que es partidario de una dura disciplina. 

Así se pueden hacer seis formulaciones de hombres: 1-2-3, 1-3-2; 2-1-3, 2-3-1; 3-1-2, 3-2-1. Un hombre 1-2-3 (Instintivo) se preocupará principalmente por comer, será perezoso y poco inclinado a hacer esfuerzos. Gobernado por su cuerpo se deprimirá fácilmente y estará malhumorado. Tal hombre apenas utiliza su capacidad de pensamiento.

Sólo a través de la auto-observación podemos reconocer a que tipo de hombre pertenecemos. Sin embargo el enfoque adecuado de la vida requiere el buen funcionamiento de todos los centros, y es inútil abordar situaciones con el centro equivocado. Cada centro requiere su propio desarrollo.

La Humanidad Mecánica está desequilibrada porque la vida se ve a través de un solo centro, en consecuencia las personas pertenecientes al Círculo Mecánico de la Humanidad no se entienden entre sí.

La finalidad y el objetivo de este trabajo es llegar al Hombre Equilibrado, el Hombre Nº4. El Hombre Nº4 tiene todos los centros desarrollados en manera equilibrada, de modo que un centro no usurpa la función de otro, y cada centro hace su propio trabajo según sea apropiado a la situación. Para llegar a Hombre Nº4 es necesario trabajar sobre uno mismo conscientemente. El Hombre Nº4 no es mecánico. Las personas que han comenzado a alcanzar el nivel del Hombre Nº4 comienzan, al mismo tiempo, a entenderse mutuamente.

Para comenzar a abordar al Hombre Nº4, una persona debe estar dispuesta a desarrollar aquellos aspectos de sí mismo que carecen de desarrollo. Por lo tanto, ninguna nueva experiencia es inútil, una vez que uno entiende la dirección en la que se encuentra la evolución. En la vida la gente no se entienden entre sí porque no hablan un lenguaje común. El primer paso para entendernos mutuamente es aprender un lenguaje común.
- VI -

Hemos visto que el hombre no es uno, sino cuatro, cada centro en él es una mente diferente. De hecho, es múltiple. Durante un largo período, la auto-observación nos mostrará esta multitud, a cada uno de los cuales decimos 'yo'.

En cada momento estos 'yoes' cambian: ahora es uno, después habla otro, y pueden estar incluso en contradicción unos con otros, o no saber nada de lo que dijo el primer 'yo'. Nos atribuimos a nosotros mismos muchas capacidades que no poseemos, como la consciencia plena, la voluntad, y un 'yo' real y permanente que nunca cambia.

Esto es una ilusión. El hombre no tiene una voluntad sino muchas voluntades contradictorias. El hombre no es consciente, sino que vive casi toda su vida dormido. No tiene un 'yo' permanente sino una multitud de 'yoes'. En una alegoría del Trabajo el hombre es comparado a "una casa en desorden". El amo está ausente, y los sirvientes están haciendo lo que les gusta. Cuando suena el teléfono, hablan y fingen que son el amo, dando todo tipo de promesas y órdenes bajo esta pretensión. Algunos de estos criados sienten que existe un estado mejor. Ellos ven claramente lo que está pasando, y se unen con la intención de poner orden en la casa, con la esperanza de que esto atraiga el regreso del amo.

Cada uno de los muchos yoes de un hombre ha sido adquirido por alguna experiencia en la vida, por la imitación, por el medio ambiente, por algo real, por la fantasía, por la profesión, etc.

El hombre no nace con la Personalidad, sino con la Esencia. La Personalidad empieza a formarse muy temprano en la vida, tan pronto como el niño comienza a imitar. En este punto adquiere afectaciones, gestos, etc. Eventualmente el niño toma como sí mismo a todo lo que ha sido adquirido.

Observándonos a nosotros mismos desde el punto de vista de los muchos 'yoes', comenzamos a darnos cuenta de que no somos la misma persona que siempre habla, aunque la llamemos 'yo'. Nos damos cuenta de que diferentes 'yoes' hablan en diferentes momentos del día, tomando el control de nosotros mismos. Estamos cambiando todo el tiempo. Algunos 'yoes' están despertando, algunos 'yoes' se están yendo a dormir. Un 'yo' hace una promesa de la cual otro 'yo' no sabe nada. Algunos 'yoes' son muy peligrosos y si queremos desarrollarnos debemos evitar que se hagan cargo de nuestra vida. Estos son especialmente los 'yoes' que tuercen las cosas, que mienten sobre todo, que son vengativos o rencorosos, que están llenos de autocompasión o malicia.

Un bebé nace como Esencia, y está despierto en la medida en que realmente es Esencia. Es por supuesto pequeño, pero absolutamente real. Por el hecho que nace entre personas que duermen, pronto se queda dormido. Comienza a imitar, y esa es una de las razones por las que se forma la Personalidad.

Trate de observarse a sí mismo desde el punto de vista de las diferentes 'yoes' existentes en usted, y observe cuan a menudo se contradicen entre sí. Observe los "yoes" que se manifiestan cuando está solo. Observe cómo cambian cuando alguien entra en la habitación. Trate de notar la entonación con la que hablan los diferentes 'yoes'.

- VII -

A menos que veamos qué factor en nosotros se interpone en nuestro camino no podremos crecer, no podremos experimentar un desarrollo interior. Si queremos desarrollarnos tenemos que ser capaces de observarnos a nosotros mismos.

Es habitual creer que todas nuestras dificultades se deben a causas externas, porque esto es todo lo que percibimos. Si empezamos a darnos cuenta de que nuestro nivel de ser atrae nuestra vida y entendemos la necesidad de trabajar sobre nosotros mismos, porque nuestros problemas radican en nosotros, podemos comenzar a cambiar. Si llegamos al punto de darnos cuenta de que nuestros problemas están en nosotros, sabemos que todo depende de nuestros esfuerzos por cambiarnos a nosotros mismos. Y a menos que lleguemos a este punto en la consciencia, todo permanecerá, no sólo lo mismo, sino que empeorará.

Debemos tratar de descubrir por medio de la auto-observación de qué es lo que nos mantiene en el mismo lugar. Cambiar nuestra vida significa cambiarnos a nosotros mismos. Sin embargo la mayoría de nosotros tenemos la ilusión de que el cambio para mejorar nuestras vidas depende de las circunstancias externas, y que éstas deberían ser diferentes. Esto es lo que nos hace infelices. Lo primero que tenemos que hacer para cambiarnos es renunciar a nuestro sufrimiento. Sin embargo la gente no lo hará y se esforzarán por mantenerlo.

El Trabajo dice que el mundo no está gobernado por el sexo o el poder, sino por las emociones negativas, originadas por ciertos estados del Centro Emocional. Esto se refiere al sufrimiento. A menos que renunciemos al sufrimiento, no podremos cambiar. El primer signo de una mala actitud ante la vida, la primera ilusión, es el  sufrimiento inútil. Esto sucede porque nos acercamos a la vida a través de nuestras propias creencias de lo que debería ser, e imaginamos que lo que nos sucede es excepcional. Todo esto produce sufrimiento, porque no hemos entendido la naturaleza de la vida, y no nos interesa conocerla. Luchamos con las dificultades - sí, pero pensando que son nuestras vidas las que están mal. 

Por lo tanto, llegamos a un nuevo punto de vista: la realización de nuestras vidas estropeadas por el sufrimiento, y el deseo de liberarnos de toda auto-compasión inútil, como el sentimiento de agravio y desánimo. Tenemos que sentir que la vida y las personas no nos deben nada, por el contrario, tenemos que sentir que les debemos a los demás, y que le debemos a la vida más de lo que podemos retribuirle. 

En las palabras de la Oración del Padre Nuestro, debidamente traducidas, debemos pedir que se cancelen nuestras deudas, "cancelar nuestras deudas así como nosotros cancelamos la de nuestros deudores", y no "perdonar". Al eliminar de nosotros la idea de que debemos algo o de lo que nos deben los demás nos volvemos libres. El sentimiento de estar en deuda es un sufrimiento inútil. Cuando luchamos con esto, estamos sufriendo de manera útil. Este esfuerzo requiere de las ideas del Trabajo. Las ideas de la vida fomentan el sufrimiento inútil, y al final nos privan del placer, la felicidad y de nuevos intereses.

Para cambiarnos a nosotros mismos, debemos estar libres de los pequeños apegos y de las formas de imaginación que tenemos de nosotros, las que nos mantienen en la posición en la que estamos en la vida. Estamos apegados a todo en nosotros mismos: la vanidad, la estupidez, el mérito, la belleza, la elegancia, los logros, la autoestima, etc., y particularmente al sufrimiento. Todo esto debe debilitarse para que se produzca un cambio. Por otro lado puede ser que estemos apegados a la otra cara de la misma moneda -a la idea de no ser ambiciosos y de no preocuparse por la vida.

Los Centros

El Centro Intelectual nace con una parte negativa y una parte positiva, su funcionamiento se basa en la comparación, es decir la capacidad de decir "sí" y "no".

El Centro Emocional no nace con una parte negativa, al menos no debería tenerla, sino que se adquiere por la influencia de las personas que tienen comportamientos negativos. Al estar en contacto con los adultos, el niño aprende a sentir lástima de sí mismo, a sentir agravios, a hablar con resentimientos, a insistir en sus desgracias, a ser melancólico, malhumorado, irritable, sospechoso, celoso, a lastimar a otros, etc. Esta terrible infección en un niño es algo contra lo que nada se puede hacer porque no se reconoce claramente. Esta infección forma la parte negativa en el Centro Emocional y se transmite de generación en generación.

Las emociones negativas pueden adoptar formas muy sutiles, pero eventualmente todas conducen a la violencia. Una vez que la emoción negativa pasa más allá de un cierto punto, despierta factores profundamente arraigados en el Centro Instintivo, y la gente entonces quiere herir y matarse unos a otros.

Hay una razón particular por la cual las emociones negativas son incluso peores que esto. Tenemos dos Centros Superiores en nosotros, el Intelectual Superior y el Emocional Superior, que están completamente desarrollados y funcionando, pero no estamos en contacto con ellos. Cuando sentimos una falta en nosotros mismos, un vacío, una sensación de futilidad y de estar perdidos en un mundo que no entendemos, es debido al hecho de que no podemos escuchar a los Centros Superiores. Podemos vivir en un mundo mejor si las emociones negativas se reducen a un mínimo.

Si después de haber observado nuestras emociones negativas luchamos con nuestra vida emocional, veremos que toda nuestra actitud ante la vida necesita cambiar. Es imposible superar las emociones negativas por sí solas, porque están involucradas en toda nuestra actitud hacia la vida. Cada situación necesita un nuevo punto de vista sobre el que debemos reflexionar. Toda nuestras ideas sobre nosotros mismos tienen que ser cambiadas, y esto es el trabajo sobre nosotros mismos. El Trabajo está diseñado para ponernos en contacto con los Centros Superiores, pero mientras estemos gobernados por las emociones negativas, las influencias provenientes de los Centros Superiores no pueden llegar hasta nosotros.

- VIII -

Desde el punto de vista de esta enseñanza el hombre no es uno, no constituye una unidad. Desde el punto de vista de los centros es tres: un hombre intelectual, un hombre emocional y un hombre instintivo-motriz.

El Trabajo también habla del hombre en términos de conocimiento y de ser, está constituido por estos dos aspectos, él es tanto su ser como su conocimiento.

Debemos considerar el Ser. Los distintos animales tienen diferentes tipos de ser. El ser de una serpiente es diferente al ser de un saltamontes y el de un saltamontes es diferente al de un cerdo, y un cerdo tiene diferente ser del ser de un tigre. Un carpintero selecciona su madera de acuerdo a su idoneidad para el trabajo que va a realizar. Si algunas de estas maderas no ha madurado correctamente, dirá algo en el sentido de que su "naturaleza" ha  desparecido. Él está hablando del ser.

No es difícil darse cuenta de que las personas tienen diferentes tipos de conocimiento, pero no es fácil darse cuenta de que tienen diferentes tipos de ser. La concepción del ser se enfatiza en el Trabajo, y debemos tratar de darnos cuenta de lo que es, y por qué se le da tanta importancia a este concepto.

Primer ejemplo: Un hombre posee un gran conocimiento y es exitoso en su campo de actividad, sin embargo realiza todo tipo de actos ruines y mezquinos, está lleno de envidia, engaña, roba información sin reconocerlo. Aunque esto es obvio para nosotros, él no se da cuenta y se asombra de que a la gente no le agrade. Sino entendemos que este hombre tiene dos lados -el conocimiento y el ser- estaremos desconcertados. Nos disgusta su ser, y lo podemos describir  como un bajo nivel de ser.

Segundo ejemplo: Un hombre no tiene ningún conocimiento en particular, pero no es malicioso, no es ruin y mezquino, no engaña, mantiene su palabra. Aunque en el conocimiento no está desarrollado, su nivel de ser es más elevado que el del primer hombre.

Si valoramos sólo el conocimiento, admiraremos al primer hombre, haga lo que haga, por su conocimiento y despreciaremos al segundo porque es ignorante. Este juicio nos definirá, porque entonces tendremos un ser pobre. Hacemos uso de nuestro conocimiento de acuerdo con nuestro nivel de ser. Por ejemplo, si dos personas tienen un conocimiento perjudicial hacia una tercera persona, será su nivel de ser lo que determine su comportamiento.

A partir de esto podemos notar que el conocimiento y el ser son aspectos diferentes, y que la relación con nuestro conocimiento se rige por nuestro nivel de ser. Dar conocimiento a una persona cuyo nivel de ser es inferior a este conocimiento, resultará  en su uso indebido.

El Trabajo enseña que nuestro conocimiento y nuestro ser deben tener un desarrollo paralelo. Si los dos son aproximadamente iguales, el resultado es que comprendemos nuestro conocimiento.

La comprensión se define como la resultante del conocimiento y del ser. El conocimiento por sí mismo, ni el ser por sí mismo, ninguno sólo generará comprensión. Podemos saber mucho y no comprender nada. Podemos desarrollarnos en el lado del ser al máximo, y sin embargo ser estúpidos o ignorantes.

Para cambiar, debemos desarrollarnos en el lado del conocimiento y en el lado del ser. Si sólo estudiamos el sistema intelectualmente, nada cambiará. Si tratamos de trabajar sin estudiar el conocimiento, nos detendremos. No habrá aumento de la comprensión. Cuando empezamos a entender lo que no entendíamos antes, existe la posibilidad de cambio precisamente a través de la comprensión. El hombre es su comprensión, y sólo puede desarrollarse a través de su capacidad de comprensión. 

Se dice que nuestro nivel de ser atrae nuestra vida, y que si deseamos que nuestra vida sea diferente, es necesario un cambio en nuestro nivel de ser. Esto significa que mientras nuestro ser permanezca igual, nos sucederán el mismo tipo de cosas, sin importar el lugar o las circunstancias.

Podemos ver que el conocimiento y el ser son relativos en diferentes personas. La relatividad del conocimiento puede ser entendida, pero la relatividad del ser es más difícil de entender.

- IX -

El hombre es considerado como inacabado, incompleto e imperfecto, pero tiene la posibilidad de completarse perfeccionándose a sí mismo, y todo lo que es necesario para tal fin está en él. Él es un experimento en auto-evolución. Si bien es mecánico, está incompleto y subdesarrollado, tiene la capacidad para un desarrollo interior superior. Por esta razón se dice que el hombre es un organismo auto-evolutivo.

En el Nuevo Testamento al hombre se lo compara con una semilla. Se dice que a menos que un hombre muera a lo que es ahora, no puede evolucionar en lo que es posible para él. Se está hablando de una transformación definitiva para completar el experimento. La idea de que el hombre es un organismo auto-evolutivo significa que no puede desarrollarse bajo la compulsión. Ver a Dios en la carne significaría que el hombre se vería obligado a creer por la evidencia de los sentidos, pero el hombre no puede desarrollarse de esta manera. Sólo puede desarrollarse a través de la comprensión.

El hombre es un experimento especial en esta tierra, se distingue de los animales en que ellos no tienen la posibilidad de una evolución individual, ¿qué es lo que esto significa? Significa que un hombre sólo puede desarrollarse internamente si empieza a comprender la necesidad del cambio, y busca los medios por sí mismo. Es sólo a través de la libertad interna, basada en la comprensión, que un hombre puede evolucionar, ninguna compulsión externa puede llevar esto a cabo. Cuando vemos que estamos equivocados y nos damos cuenta de lo que somos y cómo nos comportamos, entonces, a partir de esta base se posibilita nuestra evolución. Empezamos a cambiar cuando empezamos a comprender al ver esta necesidad.

El hombre es libre de cambiarse a sí mismo a través de su propia comprensión. Este es el único sentido en el que es libre y esta libertad nadie se la puede quitar. Nadie puede cambiar la vida  o a otras personas, pero cada persona puede cambiarse a sí misma. Este sistema comienza con el hombre, con uno mismo, con usted, y su objetivo es procurar el cambio en uno mismo. No hay reglas, rituales, ceremonias o reglamentos, aunque su objetivo sea desarrollar al hombre, su influencia solo es posible cuando el hombre comienza a comprender.

El Trabajo comienza por enseñar que debemos tratar de entrar en nosotros mismos y comenzar a ver nuestro interior. Las oraciones, peregrinaciones, etc., son inútiles porque son tomadas externamente. Es sólo a través del nuevo conocimiento y el trabajo sobre nuestro ser que puede nacer una nueva comprensión.

La siguiente idea es que el hombre se encuentra en una situación adversa en esta tierra. La tierra es un pequeño punto en el sistema solar, el sistema solar un pequeño punto en la Vía Láctea o Galaxia, y la Galaxia es sólo una de las muchas Galaxias. El hombre está en una mala posición por estar bajo muchas leyes que no necesariamente contribuyen a su bienestar. Cósmicamente hablando, el hombre es una cosa pequeña en el universo, un nuevo experimento que podría aniquilarse a favor de otro experimento. El hombre se transforma sólo cuando se da cuenta de su significado de vida y de su destino, y comienza a vivir más conscientemente. Si el hombre fuera sólo una máquina, no se vería afectado en su interior por dudas o incertidumbres, simplemente porque sería una máquina; sin embargo todos sabemos de alguna manera que no es así, y que puede transformarse en un ser diferente.

Mientras el hombre permanezca dormido y mecánico es utilizado. Si el hombre fuera incapaz de hacer algo acerca de sí mismo, su posición se vería sin esperanza; estaría sujeto a todo lo que suceda a su alrededor, a las inundaciones, a las enfermedades, a la guerra, etc. Sería su única vida. Pero si el hombre se transforma en un organismo en vías de auto-desarrollo, la vida no podrá utilizarlo ya que su pleno significado no está en la vida. Sin embargo la vida nos utiliza debido a nuestra posición en este planeta. El reordenamiento de las cosas externas todavía nos deja bajo las mismas leyes que utilizan al hombre. Mientras el ser permanezca igual, la humanidad atraerá el mismo tipo de vida recurrente. El único punto de partida del cambio está en nosotros, en nuestro espíritu.

Desde el punto de vista de este sistema toda la humanidad está dormida. Estamos durmiendo, y en este estado la humanidad no puede hacer nada. Hoy la humanidad está siendo utilizada cada vez más por fuerzas cósmicas exteriores a nosotros porque ha descartado su capacidad para despertar.

Este sistema gira en torno al punto central de que el hombre es un organismo con posibilidad de auto-desarrollado, capaz de evolucionar a través de su comprensión y de cambiar su nivel de ser, por lo que puede entrar bajo la acción de nuevas influencias y obtener ayuda.

En los dos primeros estados de consciencia somos mecánicos y no podemos cambiar. Sólo en el Tercer Nivel de Consciencia, o Auto-consciencia, el hombre puede alterar su situación en esta tierra

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"Aunque nuestro hombre exterior se desmorone, nuestro hombre interior se renueva día en día" San Pablo

El hombre consta de dos partes: La Esencia y la Personalidad. La Esencia es la parte que puede crecer. Al nacer una persona es la Esencia, pero está poco desarrollada. El bebé tiene que crecer, y cada centro tiene que desarrollar su mente e inteligencia. Un bebé vive en el Centro Instintivo: poco a poco comienza a desarrollarse en el Centro de Movimiento -a caminar. El apenas entiende cualquier cosa. La vida está a una gran distancia y vive en su propio mundo. Cuando comienza a hablar y a entender algo de lo que la gente está diciendo, la vida se acerca y la personalidad empieza a formarse.

La vida nos llega en forma impresiones, que caen sobre los diferentes centros, y se graban en los mismos en forma similar a los rollos de un fonográfo. Las impresiones se depositan en los rollos de los diferentes centros. Al nacer los centros están en blanco, salvo el Centro Instintivo, y una pequeña parte de Centro de Movimiento.

Todo lo que hemos aprendido se almacena en estos centros. Todos nuestros hábitos -mentales, emocionales y físicos- se almacenan en estos rollos. Mediante estos rollos se construye la personalidad. Las personas con rollos similares pueden sentirse conectadas, y aquellas con rollos disímiles pueden sentirse perdidas unas con otras. Sin embargo personas que tienen diferentes rollos, que difieren en la personalidad, pueden sentirse atraídos el uno al otro: en tales casos, es una cierta similitud en la Esencia.

Tenemos que entender que la Esencia es rodeada en forma temprana por la Personalidad. Aquello con lo cual nacemos es rodeado por lo que adquirimos: creencias, opiniones, costumbres, etc. Lo que nos enseñan forma nuestra Personalidad, sin embargo la Esencia, lo que realmente somos, permanece sin desarrollar. Un hombre sólo crece a través de un nuevo crecimiento de la Esencia. Si en la vida deseamos ser la autoridad más importante en algún tema, y estudiamos para lograrlo, solamente para ser el primero, todos nuestros esfuerzos conducirán solamente al crecimiento de la Personalidad -y esto será en detrimento de la Esencia.

En la enseñanza esotérica, el hombre es considerado como una semilla capaz de desarrollo individual. La parte del hombre que puede crecer, como una semilla, es la Esencia. Sin embargo durante nuestra educación, el sentido de nosotros mismos, nuestro sentimiento de 'yo', gradualmente cambia de lo que realmente somos a lo que adquirimos en la vida. Estrictamente hablando somos Esencia y no la Personalidad. 

A través de un vago sentimiento de esto, la gente a veces trata de evitar la vida. Si bien es cierto que las personas simples son más esenciales, su Esencia no se ha desarrollado más allá de cierto punto y su comprensión sigue siendo igual a la de un niño.

El Trabajo dice que la Esencia es capaz de un pequeño desarrollo por sí misma, y con el fin de que crezca más allá de cierto punto, debe disponer de alimento. Una bellota se alimenta primero de la sustancia que rodea el germen de vida contenido en ella. Cuando se ha desarrollado como una planta, se nutre del sol y la tierra. El punto está en formar alimentos en nosotros, que más tarde puedan nutrir a la Esencia. Este alimento es la Personalidad. A menos que la Personalidad se forme alrededor de la Esencia por la acción de la vida, la Esencia no puede crecer más allá de un cierto punto.

La Esencia puede crecer por sí misma hasta los cuatro, cinco o seis años, por ejemplo,  luego se detiene. Un niño entonces deja su esencia y se sumerge cada vez más en la personalidad que se va  formando lentamente. Se le enseña en qué creer, qué es útil, y así sucesivamente -una confusión de cosas. Sin embargo este Trabajo nos dice que a pesar de esto la Personalidad debe ser formada; porque si deseamos crecer individualmente  en una etapa posterior de la vida, no podremos hacerlo sin este alimento llamado Personalidad. Sólo podemos crecer a expensas de la Personalidad.

¿Cuál es la situación interna del hombre, en cuanto a su posible desarrollo individual? El hombre es un organismo con posibilidades de auto-desarrollado. La verdadera evolución es el desarrollo de lo que él realmente es, algo con lo que nació, esto es el crecimiento de la Esencia.

A través de la educación y las circunstancias externas en general, y a través de la imaginación, la Personalidad se hace cargo de nosotros. La Personalidad se vuelve activa y la Esencia pasiva. Esto significa que creemos en todo lo que hemos imitado, este lado que hemos adquirido, y lo tomamos como si fuéramos nosotros mismos. Esto puede llegar a tal magnitud que todo lo que es real en nosotros prácticamente muere.

Sin embargo, la personalidad debe formarse en un hombre para relacionarlo con la vida, y cuanta más rica sea la personalidad mejor, es sólo un paso hacia el desarrollo. El desarrollo comienza cuando todo este alimento está disponible para el crecimiento de la esencia. En otras palabras, el desarrollo de la Esencia sólo puede tener lugar a expensas de la Personalidad, y de ciertos resultados de su formación en nosotros. Sólo podemos crecer haciendo a la Personalidad pasiva. Esto permitirá  que la Esencia poco a poco pase a ser activa y empiece a crecer.

Por lo tanto si deseamos cambiar, tenemos que empezar a ir en contra de nosotros mismos en cierto modo -contra lo que consideramos que somos nosotros mismos. Toda la enseñanza psicológica de este sistema está conectada con la idea central de un desarrollo de la Esencia a expensas de la Personalidad, un desarrollo que es imposible a menos que la Personalidad se haya formado en primer lugar, ya que depende de la Personalidad para su cumplimiento y particularmente de la calidad del alimento que se almacene en la ella.

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La cuestión del desarrollo de la Esencia no radica en tratar de encontrar lo que en la Esencia misma debería desarrollarse. No se trata de hacer que la Esencia se desarrolle por la fuerza, sino de permitir que se desarrolle. La esencia no puede desarrollarse porque está rodeada de Personalidad.

Un lado particular de la Personalidad es la Falsa Personalidad. Se dice que la Falsa Personalidad se construye a partir de la imaginación. La imaginación es una de las fuerzas más poderosas que actúan sobre nuestra vida interior, porque nos ubica en lugares y situaciones inexistentes, nuestra vida interior es la realidad que vivimos. Tomemos un ejemplo, en los primeros años, leíamos un libro e imaginábamos que éramos el héroe, creíamos ser lo que la imaginación nos decía. Cuando se ha consentido a la imaginación, se crea una falsa sensación de uno mismo, una falsa sensación del 'yo'. Esta es la base de la Falsa Personalidad.

A medida que crecemos y se forma la Personalidad dejamos de ser nosotros mismos y gradualmente nos convertimos en una persona inventada. El centro de gravedad de la sensación de nosotros mismos pasa a la sensación artificial del 'yo', compuesto por la imaginación. El sentimiento esencial de uno mismo es sustituido por el  sentimiento engañoso del 'yo'. Es este lado inventado, este 'yo' imaginario o Falsa Personalidad, que impide posteriormente que la Esencia crezca en la vida.

La Falsa Personalidad está compuesta por nuestra autoestima, amor propio, orgullo, y es la fuente de la autocompasión y las emociones negativas.

El desarrollo de la Esencia, después de la formación de la Personalidad, depende de que la Falsa Personalidad y el 'yo' imaginario sean pasivos. Esto significa que tenemos que descubrir por la auto-observación lo que es verdadero y lo que es falso en nosotros. Porque en la Personalidad hay mucho que es útil y mucho que es inútil. Pero tenemos que ver que nos imaginamos a nosotros mismos caminando exitosamente en la vida, cuando en realidad somos personas comunes.

Como la Falsa Personalidad se compone de la imaginación debemos tratar de observar algunas de sus formas. Tratemos de observar la mentira, por ejemplo, contando una historia de tal manera que nos pongamos en una posición favorable, para parecer más inteligente o con más derecho que los demás. No nos gustará admitir que estamos equivocados.

Somos esclavos de nuestro 'yo' imaginario, porque a toda costa nos sentimos obligados a mantenerlo vivo y a defenderlo tanto de los demás como de nosotros mismos. Consecuentemente, estamos siempre mintiendo, alardeando, justificando y fingiendo. Además buscamos la satisfacción de ser tomados en serio por otras personas, buscando elogios y ánimos. Si fallamos en esto, nos sentimos deprimidos, heridos y odiamos a los demás.

La Falsa Personalidad en las personas daña las relaciones: no pueden ser reales, porque son producto de la imaginación. Si la Esencia de una persona es atraída por la Esencia de otra persona, una relación real es posible, siempre y cuando la Personalidad no arruine la situación.

En sus primeros años un niño es verdadero debido a su esencialidad, pero por la necesidad de tener que hacer frente a la vida exterior, se ve obligado a imitar a otras personas. Comienza a ser alguien que no es el mismo y a creer en ello. La sensación de 'yo' pasa directamente hacia el fortalecimiento de la creciente Personalidad, y debido a esta formación de la Personalidad no hay nada genuino en el sentido de este sentimiento de 'yo'. Todo lo que el niño imita e inventa respecto a sí mismo forma muchos 'yoes' diferentes. Así que cuando somos adultos somos un conglomerado de 'yoes' que pueden actuar de diferentes maneras en diferentes momentos.

Sin embargo el 'yo' imaginario o Falsa Personalidad actúa de tal manera que nos hace creer que somos una y la misma persona en todo momento. Estamos seguros de que tenemos un 'yo' único, inmutable y permanente. A menos que nos demos cuenta de que no somos así no podremos cambiar. Porque también creemos que tenemos "Voluntad Real" y la capacidad de "Hacer".

El Trabajo enseña que somos una "casa en desorden". Somos muchas personas, cada una con sus propios deseos y no una persona con una única voluntad, esta es la razón por la cual no podemos hacer. Sólo un hombre con verdadera individualidad tiene una "Voluntad real" y la capacidad de "Hacer".

Cuando empezamos a observarnos a nosotros mismos con el objetivo de ver las diferentes personalidades, el poder del 'yo' Imaginario comienza a debilitarse. Vemos que somos diferentes de lo que imaginábamos ser. Cuando realmente vemos los diferentes 'yoes' hablando, una ilusión en nosotros comienza a ser destruida, nos aproximamos un poco más al estado en el cual el 'Yo Real' puede acercarse.

Mientras la Falsa Personalidad esté en el poder, la Esencia será incapaz de crecer, pero una vez que comenzamos a darnos cuenta de nuestra situación, la Esencia ya no se mantiene coercida. Nuestra situación interna comienza a alterarse,  la Personalidad se vuelve pasiva, la Esencia se desarrolla y se vuelve activa.

- XII -

ESFUERZOS INDIVIDUALES QUE UN HOMBRE DEBE HACER

Para cambiarse a sí mismo, el hombre debe trabajar sobre sí mismo. Hay esfuerzos útiles y esfuerzos que son inútiles. Como ejemplo de un esfuerzo inútil, tome el ejemplo de un hombre irritable que al oír hablar de este sistema y no entenderlo, deja de fumar. El resultado será que este hombre se volverá aún más irritable. El esfuerzo debe ser inteligente y debe basarse en la dirección que enseña el Trabajo y en lo que hemos observado en nosotros mismos en relación con la enseñanza.

A menos que nos observemos y comprendamos sobre lo que tenemos que trabajar, nada útil resultará del esfuerzo que podamos hacer. Si alguien ha observado que es irritable, estará en condiciones de trabajar en forma útil. 

Todos los esfuerzos realizados deben ser útiles en tres aspectos: para el Trabajo mismo, para el Trabajo con otros, para el Trabajo con uno mismo

La Primera Línea de Trabajo es cambiar el tipo de persona que uno es. La Segunda Línea de Trabajo es la relación con el prójimo, aquellos con quienes uno está trabajando, quienes están más cercanos en la comprensión del Trabajo. La Tercera Línea de Trabajo se refiere al Trabajo mismo. Por ejemplo, debemos pensar en lo que podría perjudicarlo y lo que podría ayudarlo, y darnos cuenta de que si nos comportamos mal o hablamos mal, dañamos al Trabajo mismo, a las otras personas y a nosotros mismos, de modo que sin ver la razón no podremos trabajar por mucho tiempo sobre nosotros mismos. La enseñanza establece estas Tres Líneas de Trabajo. Nadie puede trabajar solo para uno mismo.

El primer esfuerzo útil que podemos hacer es la práctica de la auto-observación, aprendiendo a observarnos sin ningún tipo de críticas. Esto requiere de un gran y constante esfuerzo, porque tiene que ser hecho conscientemente. Tratemos de observarnos durante un corto período, dado que no tenemos la fuerza para observar continuamente a los pensamientos, a las emociones, a las sensaciones y a los movimientos. Es necesario que encontremos el estado correcto interno, de lo que realmente queremos observar y darnos cuenta de lo que observamos, por ejemplo, que pensamos una cosa y sentimos algo muy diferente.

Normalmente nos identificamos con todo lo que ocurre en nuestro interior. Los pensamientos, los estados de ánimo, las sensaciones o las emociones, son tomadas como si fuésemos nosotros mismos, ya que colocamos en ellas la sensación de 'yo', y por esta razón nada puede cambiar en nosotros.

Volvamos al hombre irritable. Supongamos que observa plenamente su irritación, entonces su situación ha cambiado, porque en lugar de estar identificado y ser su irritación, está en cierta medida separado de ella. Está separado porque puede observarlo como algo externo que no es él mismo. Ha dejado de colocar la sensación de 'yo' en su irritación. Cuanto mayor es la capacidad de su auto-observación, menos energía tendrá la irritación sobre él. Ya no estará tan identificado consigo mismo. Esto ha sido factible por el establecimiento del 'Yo Observador'. Su creación es el primer objetivo práctico de esta enseñanza. 

El mayor obstáculo para la auto-evolución es que estamos constantemente identificados con lo que atrae nuestra atención en un momento determinado, por esta razón nos olvidamos de nosotros mismos. Sin embargo nuestro derecho natural es el Tercer Estado de Consciencia, el estado de Recuerdo de Sí. A menos que comencemos a auto-recordarnos estaremos identificados con todo, viviendo en un estado de desorden interno e identificándonos con nuestro entorno. Esta es la razón por la que se dice que estamos dormidos. Estamos tan acostumbrados a la identificación que sólo sentimos el gusto por las cosas cuando estamos identificados.

Cuando nos identificamos con un problema, una persona, un sentimiento o una situación, nos ponemos bajo su poder y estamos dominados. El auto dominio comienza luchando con la identificación.

También es posible que nos identifiquemos con el trabajo sobre nosotros mismos, olvidando que nuestro pequeño propósito no lo es todo. Nuestro propósito no debe hacerse público, esto causa mayor identificación y no da ningún resultado. Es particularmente difícil liberarnos de la identificación porque sentimos que nuestro mejor trabajo se hace cuando estamos identificados.

En el estado de identificación vemos sólo un aspecto de la totalidad. El hombre instintivo, por ejemplo, se identifica especialmente con la comida que le gusta, convirtiéndose en el bistec  que está comiendo. Nos convertimos en aquello con lo cual estamos identificamos, puede ser con el dinero, las aflicciones, el odio, etc., y no podemos recordarnos a nosotros mismos.

Para recordarnos a nosotros mismos no debemos identificarnos, pero para aprender a no identificarnos, primero debemos no identificarnos con nosotros mismos. Por esta razón debemos aprender y practicar la auto-observación. Cuando nos damos cuenta de que no es necesario mantener un estado de ánimo determinado, y podemos separar la sensación de "yo" de ese estado, comenzamos a comprender lo que significa la no identificación con nosotros mismos.
Maurice Nicoll

Traducido y extractado de "Simple Explanation of Work Ideas" de Maurice Nicoll por Alfredo Marinelli, para el Blog "Gurdjieff y Ouspensky - Estudio e Investigación".