COMENTARIO
por Alfredo Marinelli
Los conceptos de
transformación y evolución conllevan objetivos elevados, abarcando aspectos
psicológicos y cosmológicos de gran alcance. Estos objetivos van desde el
conocimiento de sí mismo, el desarrollo de la comprensión y la voluntad, hasta
la adquisición de estados superiores de consciencia, la creación de cuerpos
superiores, el cumplimiento de un designio y aun la inmortalidad.
Sin embargo, a
menudo se olvida que la relación del hombre con estas ideas y su contacto con
los procesos del “Trabajo” no es una condición simple. A pesar de haber
establecido esta conexión, el ser humano frecuentemente permanece en el
“segundo estado de consciencia”, una condición análoga a un trance hipnótico. La característica de este estado es el sueño,
la fantasía y la ilusión, manifestaciones que persisten aun cuando se ha entrado
en contacto con ideas de un orden superior.
En el segundo estado de consciencia, el individuo carece de consistencia interna e integridad real. Posee una notable propensión al auto-engaño y una incapacidad inherente para percibir en sí mismo los topes o mecanismos de defensa, por lo que suele distorsionar las ideas y a mantener una concepción incompleta de las acciones que debería emprender. Además a pesar de sus “buenas intenciones”, debido a su mal hábito de la postergación, no aplica en manera práctica las ideas con una auto-disciplina metódica y realista, En consecuencia, el acrecentamiento de la brecha entre el “conocimiento” y el “ser” se vuelve inevitable.
Esta situación
genera un cúmulo de estados ficticios que sirven como lente para percibirse a
sí mismo e interpretar su experiencia, asimilando de forma distorsionada los
principios fundamentales del “Trabajo”. Esta es una circunstancia
inherentemente conflictiva, con distintas variables y diferentes niveles de
complejidad acorde a cada individuo. En lugar de obtener claridad y despertar,
se incurre en lo que Robert S. de Ropp denomina el “segundo sueño”.
La herramienta clave con la cual se puede separar “la cizaña del trigo”, — es decir, distinguir la experimentación fehaciente de aquella basada en la ilusión y el engaño— es el discernimiento. El discernimiento no es una facultad automática, requiere de una etapa previa que es la auto-observación. Cuando se reflexiona y a su vez se pondera sobre todo lo observado, se inicia un proceso que culmina con la adquisición del discernimiento consciente, el único medio que hace posible distinguir lo imaginario de lo real.
Durante las
distintas etapas de este proceso, y ante la ausencia de un discernimiento
jerarquizado, resulta necesaria la incorporación de conocimientos específicos, que
provean un marco contextual sólido, permitiendo evaluar la validez de nuestra
capacidad de entendimiento.
El
siguiente estudio realizado por Robert S. de Ropp cumple rigurosamente este
requisito. Es un material
imprescindible por su calidad informativa y esclarecedora, fundamental para diferenciar
la fantasía de la realidad en los distintos procesos psicológicos de
transformación.
Garín – Buenos Aires – Revisión 2025
Alfredo Marinelli
PSEUDO TRABAJO O TRABAJO FANTASÍA
Esclavos
y Amos.
¿Qué es lo que
denominamos con la palabra “Trabajo”?
Puede ser definido muy sencillamente. El Trabajo involucra la transformación de un esclavo embrollado sumido en la ilusión, en un Amo totalmente integrado e iluminado.
Definamos qué
pueden significar las palabras Amo y esclavo:
El esclavo no tiene ningún control sobre su vida, es impulsado y atraído por fuerzas externas, está a merced de las impresiones casuales, es un esclavo de los hábitos, la mayoría de ellos perjudiciales, es fácilmente víctima de una excesiva credulidad y sugestión, de esperanzas y miedos de toda índole. Pero sobre todo el esclavo, es una criatura que vive en la fantasía. Habita un mundo de sueños. Está aislado del conocimiento del mundo real por un mecanismo existente en la corteza cerebral, cuyo funcionamiento genera ilusiones y engaños. El esclavo se miente a sí mismo acerca de él mismo, y acerca de todo lo demás. No sabe que miente. Es un esclavo que sueña que es libre. En su mentira sueña que conoce la verdad.
El Amo se ha
liberado del mecanismo de su cerebro que produce dicha ilusión y engaño. Es un
habitante del mundo real. Para poder entrar en ese mundo ha tenido que
sacrificar sus sueños. Ha tenido el valor de enfrentar la verdad sobre sí mismo
y sobre sus semejantes. Ha sido lo suficientemente fuerte y astuto para escapar
de la prisión en la que los esclavos pasan la totalidad de su vida. Un Amo está
completamente despierto. Ha visto la verdad y la verdad lo ha hecho libre. Pero ha
pagado un alto precio para obtener su libertad.
Piense cuidadosamente: ¿puede usted pagar ese precio? ¿Se atreve a confrontar confrontar la realidad? ¿Podría soportar el dolor de conocer la verdad acerca de usted mismo y de sus semejantes? Esta verdad no es en absoluto reconfortante.
Existen miles de
millones de seres humanos dando vueltas, que como asnos, con los ojos vendados en
una cinta de correr, son impulsados a trotar sin tregua. Forzados desde atrás
por el palo del miedo y jalados hacia adelante por la zanahoria de la
codicia. El supervisor a cargo de la cinta de correr, es un
espíritu grande y terrible, se ha asegurado de que los asnos no intenten
escapar. El espíritu lo ha logrado mediante el sencillo procedimiento de
hipnotizar a los asnos haciéndoles creer que ya son libres.
¿Puede mitigarse
el control paralizante de esta hipnosis?
Para la mayoría
de los asnos no es posible. Cualquier liberador, bienintencionado, que intente
despertarlos de su estado de profundo sueño hipnótico, será atacado, pateado y
golpeado, por atreverse a sugerir siquiera a los asnos que ellos son simples
esclavos. Porque esta sugerencia les robaría su más preciada ilusión, la ilusión
de que ellos son libres y dueños de sus destinos. Los asnos prefieren
continuar viviendo en su mundo irreal. Es más fácil soñar, que enfrentar la
dura realidad. Ofreciéndoles una elección entre lo que es fácil y lo que es
difícil, los asnos seguirán inevitablemente el camino fácil.
¿Cómo es posible que de vez en cuando, alguno de estos asnos esclavizados logre
escapar de esta cinta de correr que no conduce a ninguna parte y se transforme
en un Amo?
La respuesta es
que muy pocos pueden realmente escapar. El guardián de la cinta de correr, el temible
espíritu, que algunos llaman Maya, otros Ahriman, el diablo o el Padre de la
Mentira, tiene muchos buenos trucos a su disposición para evitar cualquier
intento de escape. Él ha estado por aquí mucho tiempo y comprende muy bien las
debilidades internas de la raza humana. El Espíritu de la Mentira, sabe que su
antiguo adversario, el Espíritu de la Verdad, puede algunas veces influenciar en
estos asnos hipnotizados. Puede darles algunos fugaces vislumbres de la
realidad y despertarlos por un momento, de la espesa niebla de sus sueños en la
que habitualmente pasan sus vidas.
En la psique
humana, existe lo que se puede denominar el deseo hacia la verdad, pero este deseo
es muy débil en comparación con su oponente, el deseo del auto-engaño. El
Espíritu de la Verdad, actúa a través de la voluntad de la verdad, pero el
Espíritu de la Mentira, sabe cómo contrarrestar y neutralizar la voluntad de la
verdad, antes que ésta capacite a los esclavos a liberarse de sus ilusiones y
engaños. Esto lo hace por la preparación astuta de una falsificación, una
imitación del “Trabajo Real”, que denominaremos “Trabajo Fantasía”. Es en este
“Trabajo Fantasía” donde muchos de los esclavos, que tratan de escapar de la cinta
de correr, quedan nuevamente atrapados. El “Trabajo Fantasía” les da a los
esclavos la renovada ilusión de que "están trabajando sobre sí
mismos", cuando en realidad solo han cambiado un puñado de sueños por
otros.
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| LAS ETAPAS DEL CAMINO |
En el diagrama
que titulamos: “Las Etapas del Camino”, frente a la cinta de correr mecánica,
por donde deambulan los hombres esclavizados sin dirección y sin meta, se
extiende una senda que cruza un pequeño valle. Desde el valle y a corta
distancia se aprecia el límite de un frondoso bosque. Los esclavos que logran
escapar de la cinta de correr mecánica, tienen por fuerza, que internarse en el
bosque y deben encontrar su camino a través de él, recién cuando se cruza ese
bosque y se sale de él, se puede empezar el verdadero trabajo interior.
Es necesario
saber que cruzar el bosque es peligroso, es fácil perderse y extraviarse y
muchos lo hacen, pues está repleto de senderos que no conducen a ninguna
parte, además, abundan los "guías" que pretenden saber la
geografía del bosque a la perfección y se ofrecen a ayudarlos a cruzar el
camino, aunque no lo conocen y ni siquiera pueden orientarse a ellos mismos.
El bosque también
contiene un profundo y sombrío desfiladero que Hermann Hesse denominó el Morbio
Inferiore(1), es el lugar en el que toda inspiración se pierde,
donde todo el entusiasmo se desvanece y donde todas las metas superiores caen
en el olvido.
Más allá del
bosque, visibles de vez en cuando a través de las ramas de los árboles, existen
dos altas cumbres: la Montaña del Poder y la Montaña de la Liberación, las
montañas de la verdadera Iniciación. Los vislumbres de estos picos alientan al
viajero a esforzarse y seguir buscando la salida del frondoso laberinto, para
llegar al pie de las majestuosas montañas. Pero los vislumbres son sólo
ocasionales y las bellas imágenes se olvidan con demasiada facilidad. Habiendo
olvidado hacia dónde está tratando de dirigirse, el viajero, una vez más,
vuelve a estar perdido y extraviado.
Debido a lo
peligroso de este lugar, los esclavos que escapan de la cinta de correr
mecánica y llegan a internarse en el bosque, están a menudo en una condición
peor que al principio. Al menos caminando sobre la cinta de correr mecánica estaban
moderadamente confortables y a salvo de conocer la verdad acerca de ellos
mismos, debido a su estado insidioso de sueño hipnótico.
En el bosque, por
lo tanto, ya no estarán tan confortables. Ellos ya no podrán refugiarse en sus
viejas ilusiones y engaños. Han tenido vislumbres de la verdad, y esas
vislumbres han echado a perder su querido y cómodo sueño. Ellos no son ni
esclavos felices ni Amos realmente libres. Su condición fue sintetizada en el
siguiente aforismo de Gurdjieff:
"Feliz es el que se sienta en su propia silla;
mil veces más feliz es el que se sienta en la silla de los ángeles;
Los esclavos que
escaparon de la cinta de correr mecánica y que se encuentran perdidos en el
bosque, encuentran refugio de su situación en el Trabajo Fantasía. Sueñan que
ellos están “en el Trabajo”, pero realmente no lo están. Ellos no han pagado el
boleto de entrada requerido, no han sacrificado sus sueños, ni conquistado sus
hábitos mecánicos. Están igual de esclavizados que cuando vagaban sin rumbo
sobre la cinta de correr mecánica, pero la gran ilusión de que están “en el
Trabajo” les impide verlo. Ellos han entrado en un estado llamado: “el segundo
sueño”, del cual es muy difícil despertar. La gente en el segundo sueño, sueñan
que están despiertas.
El “Pseudo Trabajo”,
o “Trabajo Fantasía”, consiste en una serie de trampas muy difíciles de ver
para los soñadores. Caer en cualquiera de estas trampas es suficiente para
detener y arruinar el Trabajo Real. Algunas personas caen en un tipo de trampa,
otros en otra. Algunas logran, después de largas dificultades, escapar de
dichas trampas. Algunas nunca escaparán, por la simple razón de que ignoran
estar atrapados.
¿Quién, entonces,
puede entrar en el Trabajo real?
El Trabajo Real
sólo es accesible a aquellos que ya pagaron su membresía para convertirse en
socios activos del Club de los Buscadores de la Verdad. Las siglas BV
significan Buscadores de la verdad. Los miembros de este club son conocidos
colectivamente como: “La Gente de la Verdad”. En árabe se les denomina:
Ahl-i-Haqq, y como Al-Haqq, (la Verdad), es uno de los noventa y nueve nombres
de Dios, también se les puede llamar el Pueblo de Dios. Para los miembros de éste exclusivo club, Dios
es la Verdad, y el objetivo del club es fijar la búsqueda de la verdad por
encima de todos los demás propósitos de la vida.
A pesar de que el club “BV” está abierto para cualquier persona, muy poca gente llega a ser uno de sus miembros. Sobre todo, debido a que no pueden pagar el precio requerido. Para entrar al club “BV” y llegar a ser un miembro activo con todos sus derechos, uno debe sacrificar sus propias ilusiones, particularmente las ilusiones acerca de uno mismo, y esto es lo que muchas personas no están dispuestas a hacer. Aun aquellos que han escapado de la cinta de correr mecánica, muchas veces prefieren entrar en el “Trabajo Fantasía”, y conservar la ilusión de que las han sacrificado y han entrado en el Trabajo Real.
El Trabajo fantasía adopta la forma de “Ocho Trampas”. Cualquiera que trate de
entrar en el “Trabajo Real”, cae tarde o temprano en una de estas trampas.
Tales caídas son inevitables. Cualquier seguidor realista del Trabajo lo sabe y
se prepara para confrontar las trampas por adelantado. Esto involucra conocer
en que consisten, saber detectar si se ha caído en ellas, y saber cómo salir de
las mismas.
Las ocho trampas principales del
Pseudo-Trabajo o Trabajo-Fantasía son:
Trampa Nº1 El Síndrome de Hablar-Pensar.
Trampa Nº2 El Síndrome del Devoto.
Trampa Nº3 El Síndrome del Falso Mesías.
Trampa Nº4 El Síndrome de Organización.
Trampa Nº5 El Síndrome de la Salvación Personal.
Trampa Nº6 El Síndrome de los Súper Esfuerzos.
Trampa Nº7 El Síndrome de las Reuniones Dominicales.
Trampa Nº8 El Síndrome de la Búsqueda del Gurú
Robert S. de
Ropp
(1) Hesse, H., “The Journey to the East” - Nueva York: The Noonday Press, 1956. Edición en castellano: “Viaje a Oriente” - Plaza & Janés
(2) “Views from the Real World: Early Talks with Gurdjieff” - New York: E.P. Dutton and Co. Edición en castellano: “Perspectivas desde el Mundo Real” - Editorial Ganesha.
Traducido y extractado por Alfredo Marinelli del libro "Self-Completion:
Keys to the Meaningful Life" - Gateway Books & Tapes, para el blog: “Gurdjieff
y Ouspensky - Estudio e Investigación”.

GRACIAS, seguiremos buscando, una vez me dijeron que yo era un buscador, y yo lleno de soberbia conteste que yo ya había encontrado, iluso de mí, han pasado 20 años y ahora descubro haber estado atrapado en diversas trampas, el hablar pensar, el falso mesías, el síndrome de la organización, el de la salvación personal aun sigo en ellas cometiendo el error a sabiendas, en fin con los pies llenos de barro y este barro bien seco, menos mal que algo me impele a seguir buscando, solo me queda el recuerdo sí, y es muy duro mantenerse en él.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, efectivamente quedar liberado de estas trampas involucra un alto grado de desarrollo interno, siempre estamos propensos a caer en el engaño. Según Ouspensky hasta un hombre Nº6 puede perder todo lo adquirido.
ResponderEliminarTu comentario, en mi percepción, trae implícito cierto valorable grado de sinceridad, ante lo cual cabe recordar que la sinceridad es sólo un vértice de un triángulo, que aun en sus distintas polaridades acorde a cada proceso en particular, debe manifestarse simultáneamente. El triángulo esta formado por: Sinceridad, claridad y humildad.
En forma sucinta: Cierto grado de sinceridad con uno mismo, o al menos franqueza, genera la claridad mental necesaria, para que en un estado de humildad, se manifieste la capacidad de discernimiento interno, única guía para superar los baches de todo proceso de transformación.
Por lo que es necesario un amplio conocimiento y comprensión de qué es la humildad, qué es la sinceridad y qué es la claridad, para trabajar sobre estos valores esenciales en uno mismo y reflotarlos, siendo precisamente la capacidad de discernimiento interno una de sus más notorias manifestaciones.
En palabras de Rodney Collin: Humildad, sinceridad y claridad son el jabón, el agua y la toalla del alma.
Cordialmente Alfredo Marinelli
Verdaderamente es complicado recorrer el camino en medio del desierto en algunos momentos no queda otra que darse algunos golpes.No se encuentran maestros fiables y no nacemos preparados.hay muchos factores que automaticamente surgen cuando se empieza a trabajar.son tentaciones. sobre todo la cuestion material y mundana.Pero hay buen consuelo,cuando hay la prueba de evolucion , al menos parcial.asi mismo siempre es mejor sufrir conscientemente por algo que has elegido en momentos de discernimiento que sufrir automaticamente en la inconsciencia.
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia interna, que en mayor o menor medida, todo aquel que está en el "trabajo" ha experimentado.
EliminarDesde cierto enfoque la vida es una sucesión de estados internos, generados por las circunstancias externas, nuestras vivencias internas, y su forma de asimilación, la cual está condicionada por los parámetros de valorización particular, además el cumplimiento o no de las expectativas, ejerce un papel fundamental sobre nuestros pensamientos y emociones.
El estado de identificación condiciona todo lo que percibimos, sentimos y reflexionamos, con lo cual interpretamos la vida, a nosotros mismos y al "trabajo". En el proceso de transformación es necesario ir más allá de todo lo que evocan nuestros estados internos, sin detenernos demasiado tiempo en etapas que parecen insalvables. Además de la perseverancia, es fundamental una actitud experimental e imparcial hacia lo que consideramos uno mismo y al "trabajo". Convivir, pero fundamentalmente liberarse de este círculo recurrente, comienza con la comprensión de las palabras dichas por Gurdjieff:
"Mientras un hombre no se separe a sí mismo de sí mismo, no puede alcanzar nada, y nadie puede ayudarlo".
Estaba hablando de un estado de separación interior basado en el momento presente como campo de acción, generalmente estamos apegados a todas nuestras asociaciones mentales o estados emocionales y por ende a nuestras experiencias, convirtiéndose todo esto en un sólo conglomerado. Cuando todos estos apegos son colocados fuera de nuestro momento presente, se establece una conexión que está prácticamente "fuera del tiempo", la separación se convierte así en una especie de canal, por el cual un abanico de nuevas posibilidades antes no existentes comienzan a fluir. Estos nuevos y genuinos estados del organismo psicológico sirven como puente y al mismo tiempo como vehículo en el cual se aloja o desciende la energía consciente. Accedemos así a lo genuinamente real para cada uno de nosotros, un plano distinto, en donde todas nuestras percepciones, vivencias y problemática son vista desde otra perspectiva. Parafraseando las palabras de Einstein: "Ningún problema se puede solucionar en el mismo nivel en el cual se generó".
Por alguna razón viene a mi mente el libro de Alan Watts; "La sabiduría de la inseguridad", si bien no es del linaje del Cuarto Camino, es digno de leer, sea cual sea la tendencia "espiritual".
Cordialmente Alfredo
Hola... ¿es posible conseguir el libro completo en español?
ResponderEliminarLamentablemente no existe una edición en español del libro “Self-Completion - Keys to the Meaningful Life” de Robert S. de Ropp.
ResponderEliminarEn español se han editado los siguientes libros: “El Juego Supremo” (The Master Game), “Los Nuevos Prometeos” (The New Prometheans) y “Las Drogas y la Mente” (Drugs and the Mind).Sin tomar en cuenta una cantidad de estudios y ensayos relacionados con sus investigaciones científicas, ya que él era bioquímico, escribió además de los mencionados, los siguientes libros: “If I Forget Thee”, “Man Against Aging”, “Science and Salvation”, “Sex Energy”, “Church of the Earth”, “Eco-Tech”, “Conversations with Madame Ouspensky” y “Warrior's Way”. Espero que esta información sea útil. Gracias por comunicarte.