LA FUNCIÓN DE LOS AFORISMOS EN EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN

Axiomas - Máximas - Proverbios - Aforismos
por Alfredo Marinelli

Siempre he tenido especial atracción hacia los libros que contienen compilaciones de frases y proverbios, como el “Calendario de la Sabiduría” de León Tolstoi, “El Arte de Bien Vivir” de Arthur Schopenhauer o “Meditaciones diarias” de S. R. Covey, por nombrar algunos.

Mi experiencia es que el encuentro, con una sentencia portadora de un intenso significado, tiene la capacidad de generar fuerza interior y nuevas perspectivas. Esta irrupción expande el abanico de la consciencia, lo que permite trascender «aunque sea momentáneamente» la percepción limitada de la vida que emana de la rigidez del ego condicionado. 


Lo fundamental es que, como resultado, surgen nuevas actitudes en la interacción con la vida cotidiana, iniciando una espiral de continua expansión y una jerárquica apertura hacia dimensiones más profundas de significado.


Desde una perspectiva conceptual, todo axioma, proverbio o aforismo es la concentración intencional de un tipo especial de conocimiento. Los utilizados en el “Trabajo” revisten una importancia trascendental, ya que son expresiones condensadas de las ideas de regeneración y transformación, resultantes de hombres que, en su proceso de evolución individual, desarrollaron la comprensión.

Gurdjieff en sus libros y en las conversaciones publicadas, nos legó numerosos aforismos, también conocemos los que utilizaba en el Chateau du Prieuré en Fontainebleau, donde fundó su "Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre", como los trasmitidos por algunos de sus discípulos de primera generación como P. D. Ouspensky, A. R. Orage, J. G. Bennett y Robert S. de Ropp entre otros.

Los aforismos son utilizados en las distintas etapas del proceso de transformación. Algunos sirven para incitar y motivar al hombre dormido hacia el despertar, otros funcionan como recordatorios y alertas para la tarea diaria del trabajo interior, brindando esclarecimiento y, a modo de brújula, rectificar nuestra senda para mantener el norte de la meta elegida. A menudo, son la forma de reconectar con la “Primera Línea de Trabajo”. Finalmente, existen aquellos que son la manifestación de conocimientos objetivos perennes, actuando como medio de preservación a través de los tiempos cambiantes de la humanidad.


En sí, estas tres categorías involucran la posibilidad de adquisición de un tipo especial de conocimiento, que puede ser convertido en sabiduría si este conocimiento es digerido. Esta asimilación no puede efectuarse mediante los patrones asociativos ordinarios del pensamientoEs necesario un pensar que abarque elementos de diferentes niveles. En este estado se comprende la idea de la unidad y su relación exacta con la diversidad, que está más allá de la lógica de la dualidad de las palabras. De esta manera, las distintas ideas son incorporadas como un todo coherente y sustancial, en donde no existen elementos aislados, ya que cada una de las partes se conecta con todas las demás.


Ouspensky en su libro “Fragmentos de una Enseñanza Desconocida” comenta que los aforismos, los mitos y los símbolos son la vía de acceso a dos centros psíquicos: el “centro emocional superior”, y el “centro intelectual superior”, que sólo funcionan en los estados superiores de consciencia, y cuyo propósito es transmitir al hombre ideas inaccesibles a su razón.


Ante la magnificencia y posibilidades de estos conceptos, nos encontramos ante un hecho que todo practicante sincero puede corroborar: al escuchar o leer sobre algún proverbio o algunas de las ideas del “Cuarto Camino”, se produce la apertura de cierta capacidad de asombro, que conlleva un estado impactante, esclarecedor y motivador. Sin embargo, este estado no perdura, se diluye en el flujo del tiempo y de él no queda nada. Algo que en su momento fue trascendental, «y que aparentemente cambiaría la visión y perspectiva de uno mismo y del mundo» cae en el olvido. Incluso, si en otro momento se tiene contacto con la misma información, esta puede volver a impactar y hasta tomarla como nueva, como si nunca la hubiera recibido. 


Es necesario trascender este mecanismo repetitivo de olvido. La interpretación de un aforismo debe ir más allá del simple entendimiento o de la interpretación literal, que es sólo almacenar información en forma de palabras, por medio de lo que se denomina el “centro o aparato formatorio” «un fragmento de la función intelectual». Si bien este aparato puede captar un principio claro y evidente, con un imperativo y una propuesta, no genera ningún efecto trascendente, a lo sumo palabras impactantes pero pasajeras, acorde a cada memoria particular.


Algunos aforismos tendrán mayor significación que otros, dependiendo de la idiosincrasia particular, debemos seleccionar aquellos con los cuales tenemos mayor resonancia y sintonía. Cuando algo tiene un intenso significado para uno, esto es generador de una energía especial. La tarea consiste en tenerlos no sólo en nuestra mente y emoción, sino también en todo medio que sirva como recordatorio y pueda impactar a nuestros sentidos.

 

La generación de este stop externo apela a nuestra creatividad e iniciativa, desde colocar carteles en nuestro medio habitual y tarjetas en nuestros bolsillos, hasta recordatorios en nuestros teléfonos y computadoras. Porque todo aforismo de “Trabajo”, como conocimiento condensado, es la posibilidad latente de un entendimiento más elevado que dignifica al ser, a través de nuevas motivaciones y perspectivas descondicionantes del estado de sueño y mecanicidad.


Esta tarea es algo que podemos “hacer”, es algo simple y motivador, además su realización no requiere de gestas heroicas. Generalmente, soñamos con la realización de proezas, hazañas o tareas titánicas, que por su magnitud no logramos concretar y nos lleva a obviar, e incluso subestimar, las tareas más pequeñas, que son el motor de los grandes logros.

Existen incontables pequeñeces accesibles para todos, que tienen la capacidad de movilizar y catalizar una voluntad superior. Como referencia podemos recordar la sentencia: “Las pequeñeces salvan, las pequeñeces matan” y la reflexión de Miguel Angel: "Las pequeñeces hacen la perfección, pero la perfección en sí no es ninguna pequeñez"


Es necesario absorber el conocimiento especial que nos trasmite la enseñanza, como paso previo a toda posible transformación del "nivel de ser". Esta asimilación sólo es posible si se reflexiona y pondera sobre el mismo «la ponderación es una asimilación que, si bien se realiza a través del intelecto, implica el uso de la emoción».

 

De este modo, la fuerza generada por las ideas asimiladas, otorga la capacidad de resistir la acción que ejerce la vida sobre nosotros, permitiéndonos reinterpretarla mediante una nueva capacidad de experimentación y evitando caer en el estado de "olvido", donde la identificación, el condicionamiento y la ilusión impiden cualquier ulterior desarrollo.


Esto constituye un “pensar activo”, que no sólo es parte de la tarea a realizar con los aforismos, sino que debe ser extendido a todo el conocimiento relacionado con la idea de la “Transformación”. Es un requisito cambiar nuestra manera de “pensar”, si esto no ocurre tampoco nosotros podremos cambiar. Esto se denomina “pensar de nueva manera”, muchas veces mencionado en los Evangelios con la palabra “Metanoia”, pero traducida de forma equivocada como “arrepentimiento”. 


Tener a nuestro alcance los aforismos que resuenan con nuestro nivel de ser, es un llamado de atención, un stop externo que produce conexión y concatenación con la totalidad de las ideas. Esto es algo tan trascendental para nuestro ser, como lo es el alimento para el cuerpo, y de la misma forma que la comida de ayer no puede saciar el hambre de hoy y debemos comer todos los días, debemos reflexionar y ponderar sobre las ideas y principios del "Trabajo" cada día.


Sintetizando

“Para que un aforismo cumpla su verdadera función, se debe durante largo tiempo, ponderar y reflexionar activamente sobre el mismo, para captar la debida significancia, «es decir la idea realidad que hay detrás del símbolo que es la palabra» y extraer la energía consciente, a modo de alimento transvital, el cual se transforma en poder volitivo de la propia comprensión para proseguir la senda evolutiva.”


Estas sustancias a modo de alimento, son una de las formas de obtener "el pan nuestro de cada día" «mencionado en las antiguas y correctas traducciones de la Oración del Padre Nuestro como “el Pan Supersustancial de cada día”» sustancias sin las cuales es imposible la nutrición y crecimiento del ser interior.


Garín - Buenos Aires - Revisión 2024

Alfredo Marinelli

 

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Algunos Aforismos

*Ocúpate del Reino de los Cielos y todo lo demás te será dado por añadidura.

*El no apego y el no exceso al no apego son las bases de la sabiduría eterna.

*Allí donde está tu tesoro allí también estará tu corazón.

*Cuidado con tus quereres porque eso que quieres, eso has de ser.

*Buscando como los que aún no han encontrado y encontrando como encuentran los que saben que han de seguir buscando.

*Cuidado que en este preciso instante pueden estar diciendo basta.

*Siete veces mido y una vez corto.

*La sabiduría es el arte de aceptar aquello que no puede ser cambiado, de cambiar aquello que puede ser cambiado y, sobre todo, de conocer la diferencia.

*Hasta que el subconsciente no se haga consciente, éste dirigirá nuestra vida, y a eso lo llamaremos destino.

*Nadie se ilumina imaginando figuras de luz, sino por hacer consciente la oscuridad.

*Los problemas significativos que afrontamos no pueden solucionarse en el mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando los creamos.

*Llega un momento en el Trabajo en el que está claro que "yo" no me recuerdo a mí mismo. El 'Yo Soy' se acuerda.

*La llave de la libertad es tener el "porque" en tu puro corazón y las cadenas de la esclavitud es tener el "porque" siempre en tu lengua.

*Nadie te puede ayudar si tú no te ayudas a ti mismo.

*No existen otras verdades excepto aquellas que uno encontró por sí mismo.

*Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha.

*La absoluta libertad implica absoluta responsabilidad.

*Ninguna categoría superior o nueva del ser se puede lograr si uno, simultáneamente, no se hace necesario o indispensable en este nuevo nivel del ser.

*Las palabras sin acción son sonidos vacíos, que solo pesan sobre los tímpanos, pero sin jamás tocar las cuerdas vivientes de nuestro microcosmos, que es nuestro corazón.

*La única salida es siempre hacia adentro.

*La verdad no hay que buscarla, créale las condiciones en el interior de tu ser y será manifiesta, ella nunca te abandonó y está más cerca de ti que tu propio aliento.

*Uno debe estar libre de la gente que lo rodea, pero es cuando se libera internamente de ellos, que recién estará verdaderamente libre.

*La seguridad psicológica es sinónimo de esclavitud; la inseguridad psicológica es sinónimo de libertad.

*El hombre vale por los veces que se decide y no por lo que decide.

*Hasta un santo hombre si usa la palabra mañana, jamás él va a poder hacer o cambiar.

*Bienaventurados quienes saben dar sin recordarlo, y recibir sin olvidarlo.

*Cuando alguien señala una persona con el dedo, debería recordar que otros tres de sus dedos apuntan hacia él. 

*Un fin honesto requiere medios honestos; y el fin no justifica los medios.

*La vida de cada ser humano es atraída a él o por él de acuerdo a la calidad de su ser.

*Ser con el fin de hacer y no solamente Ser con el fin de ser.

*El egoísmo es medir a los otros por nuestros gustos y disgustos; no por sus necesidades, sino por nuestras preferencias.

*No son las cosas las que atormentan a los hombres, sino los principios y las opiniones que los hombres se forman acerca de ellas.

*Cualquier cosa que creamos acaba teniendo un efecto en lo que hacemos, en cómo vivimos nuestras vidas y en lo que producimos.

*Si no puedes explicar algo de una manera simple, entonces no comprendes el tema lo suficiente.

*Todas las actitudes, los ejercicios, en definitiva todas las prácticas «espirituales», son simplemente formas de ayudarnos a estructurar firmemente lo que debe de llegar a nosotros espontáneamente.

*Si las puertas de la percepción se depurasen, todo se mostraría a los hombres tal como es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.


Redactado por Alfredo Marinelli para el blog: "Gurdjieff y Ouspensky - Estudio e Investigación"

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