Esta cita resume de manera concisa
el enfoque que Alfred Richard Orage adoptó para abordar la enseñanza esotérica
de su maestro, G. I. Gurdjieff, es decir de una manera práctica para su aplicación
en la vida cotidiana, que él denominó «El Método», esforzándose por presentarlo
de una forma asequible y comprensible para la mentalidad occidental.
Alfred Richard Orage (1873-1934). fue un hombre de profunda formación intelectual y cultural, con una inclinación natural a los circuitos de la literatura y la psicología. George Bernard Shaw lo consideró el editor más brillante que Inglaterra había producido en cien años, mientras que T.S. Eliot lo describió como «la mente crítica más aguda de nuestra época».
Durante diecisiete años, editó la revista semanal “The New Age”, la cual se consolidó como una voz respetada en la política socialista y las tendencias culturales. Tras interesarse por el psicoanálisis, formó un grupo de estudio de psicólogos, entre los que se encontraba Maurice Nicoll, uno de los principales exponentes de Carl Jung.
Cuando Ouspensky llegó a Inglaterra en 1920, ofreció una serie de conferencias tituladas “Fragmentos de una enseñanza desconocida”, a las que Orage asistió, familiarizándose así con las enseñanzas de G. I. Gurdjieff. Al escuchar hablar al propio Gurdjieff en Londres, Orage dijo:
«Supe que Gurdjieff era el maestro. Para mí, Ouspensky representaba el conocimiento —un gran conocimiento—; Gurdjieff, la comprensión —aunque, por supuesto, Gurdjieff también poseía todo el conocimiento—».
Con la creación del “Instituto para
el Desarrollo Armónico del Hombre” en Francia en 1922, Orage decidió liquidar
su patrimonio para consagrarse al estudio directo con Gurdjieff. Se le atribuye
la frase: «Voy a encontrar a Dios», la cual resume el propósito espiritual de
su viaje.
En diciembre de 1923, Gurdjieff envió a Orage a Estados Unidos con el objetivo de recaudar fondos e introducir sus enseñanzas. Posteriormente, le indicó que permaneciera en Estados Unidos para organizar y dirigir grupos de estudio. Convirtiéndose en uno de los principales divulgadores de la enseñanza en Occidente.
Orage no fue un seguidor típico de Gurdjieff. A diferencia de otros discípulos, como es el caso de P.D. Ouspensky, su interés principal no radicaba en la búsqueda de la verdad esotérica por sí misma, sino en la aplicación práctica de las enseñanzas en la vida diaria.
Colaboró estrechamente con Gurdjieff en la traducción del ruso al inglés de la primera versión de “Relatos de Belcebú a su Nieto”, así como de “Encuentros con Hombres Notables”. Las responsabilidades hacia la enseñanza y la traducción se prolongaron durante siete años. La edición original de 1950 de los “Relatos de Belcebú”; el único que el Sr. Gurdjieff supervisó personalmente, sería imposible de concebir sin la contribución de Orage.
Su habilidad para explicar de manera sencilla y concisa conceptos arduos y complejos, impresionó de manera positiva a Gurdjieff. Sin embargo, esta misma capacidad de simplificar lo complejo, que tanto impresionó a Gurdjieff, también le generó inquietud, quien llegó a temer que el enfoque de Orage alejara la enseñanza de sus objetivos originales.
La crítica principal de Gurdjieff se
centró en la práctica de la auto-observación dentro de los grupos de Orage.
Existía una tendencia, transmitida a sus alumnos, de convertir al hecho de la
observación o el estar consciente en una entidad, y a identificar esta
auto-imagen como "el yo espiritual". Este error común consiste en
colocar la "sensación de yo" en el observador, lo cual, de no
corregirse, genera una nueva entidad que coexiste con los distintos
"yoes".
En 1931, Gurdjieff le exigió a Orage que abandonara la dirección de todos sus grupos y los disolviera. Los miembros fueron readmitidos en otros grupos tras jurar no comunicarse con Orage, un juramento que, curiosamente, el propio Orage también firmó.
Falleció el 5 de noviembre de 1934. Esa noche, transmitió un discurso titulado "Pobreza en la abundancia" a pesar de sufrir dolor en el pecho. Murió mientras dormía. Al enterarse de su muerte, Gurdjieff se secó una lágrima y dijo: "Este hombre... mi hermano".
Entre las numerosas citas atribuidas a Orage, las siguientes reflejan la influencia de Gurdjieff y sus enseñanzas.
«La verdad sobre el amor se muestra en
el orden en que la religión se ha introducido en el mundo. Primero llegó la religión
del Poder, luego la religión del Conocimiento y, por último, la religión del
Amor. ¿Por qué este orden? Porque el Amor sin las cualidades anteriores es
peligroso».
«La observación de los demás está condicionada por nuestra incapacidad para observarnos a nosotros mismos con imparcialidad. Nunca podremos ser imparciales respecto a nada hasta que no seamos imparciales respecto a nuestro propio organismo».
«La culpa es como una espada de doble filo. Por un lado, busca la justicia, imponiendo una moral práctica a quienes la temen. Pero existe otra cara de esa emoción tan compleja. La conciencia no siempre se rige por el juicio racional. La culpa siempre es una carga autoimpuesta, pero no siempre se impone con justicia».
Algunos de sus alumnos dan testimonio de su enseñanza en los siguientes libros:
“A. R. Orage A Memoir” by Philip Mairet.“
“Oragean Version” by C. Daly King
Las notas de su discípulo C. Stanley
Nott en “Teachings of Gurdjieff a Pupil’s Journal” (Edición en español “Diario
de un alumno”) y “Journey Through this World, The Second Journal of a Pupil”.
Este compendio reúne quince de sus Ensayos Psicológicos, publicados originalmente por Samuel Weiser en 1965 bajo el título “Psychological Exercises and Essays”. Ha esta selección, he incorporado dos ensayos adicionales: «Del Amor» y «De la Religión». Cada ensayo ha sido concebido como un ejercicio de pensamiento crítico que induce a la reflexión profunda, estrechamente vinculada con la práctica cotidiana.
Si alguien dentro de «el Trabajo» encarnó el aforismo inscrito en las paredes de la “Casa de Estudios” en el Prieuré —«Si por naturaleza no posees un espíritu crítico, tu estancia aquí es inútil»—, esa persona fue, sin duda, Orage."
Ensayos
Psicológicos y Ejercicios
Cómo aprender a pensar.
Cómo controlar el propio temperamento.
Cómo no aburrirse.
Cómo leer a otras personas.
Cómo no delatarnos.
Cómo aprender a observar.
Cómo tener más tiempo.
¿Estamos despiertos?
Como convertirse en un hombre de mundo.
Cómo economizar nuestra energía.
¿Se puede adquirir la intuición?
Muriendo diariamente.
Hacer lo que uno quiere
¿Quiénes son los mejores?
La vida como gimnasia.
Del Amor
De la Religión.
Es en el ensayo “Del Amor” donde se refleja más que en ningún otro lugar la profundidad de su escritura. Orage lo escribió durante la noche en el Prieuré, después de una conversación con el Sr. Gurdjieff sobre el amor objetivo y bajo la inspiración de su querida amiga Katherine Mansfield.
Estos ensayos nos trasmiten nuevos
conocimientos, los mismos generan un cambio en la forma en que nos percibimos a
nosotros mismos, al prójimo y al mundo. Los ejercicios propuestos son de una aparente
simpleza, pero realizados, por un período determinado de práctica constante, producen
cambios sustanciales en nuestra manera de experimentar la vida.
Los presentados en los
ensayos “Aprender a Pensar” y “Muriendo Diariamente”, constituyen pilares
fundamentales en los grupos de trabajo, siendo su práctica indispensable.
Aunque
se transmiten con ligeras variantes, se abordan con máxima rigurosidad, ya que
funcionan como una plataforma de despegue para el desarrollo del ser
psicológico.
En “Muriendo diariamente”, el ejercicio de revivir y repasar intencionalmente los eventos del día permite desarrollar la memoria panorámica. Este proceso conlleva, inevitablemente, el despertar de la auto-conciencia y el libre albedrío. Asimismo, la concentración deliberada de la atención fomenta la imparcialidad y la espontaneidad necesarias para experimentar el ser psicológico en el acontecer cotidiano.
Por otro lado, en “Aprender a pensar”, la observación de la manecilla del segundero ejercita la capacidad de la atención dirigida. Al integrar el conteo numérico a esta práctica, se desarrolla la división atencional, requisito indispensable para la auto-observación. Finalmente, al incorporar una tercera actividad simultánea —como el rezo del Padre Nuestro o de algunos versos— se establece la base preliminar para la auto-recordación. Esta última constituye el único medio para acceder a niveles superiores de consciencia y, fundamentalmente, para alcanzar la conexión con nuestra verdadera identidad."
Haciendo clic en: “Ensayos Psicológicos” puede descargar el libro.
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